#3 La brújula semanal, ¡Cayita cómo me dueles!

 



Cayita fue una mulata que nació a principios del siglo pasado en una población rural. Dentro de todas las limitaciones con las que vino al mundo, tuvo la fortuna de llevar el apellido de su padre, aunque creo que no vivió con él.

 

Poco se sabe de sus años de juventud. Para mí, su historia comienza cuando se unió al abuelo y empezaron a tener hijos, de los cuales al menos tres o cuatro murieron siendo pequeños.

Su vida fue una cadena de carencias, decepciones y responsabilidades. Por eso, sí, fue una mujer de carácter fuerte. Aun así, no llegó a alcanzar la edad que yo tengo hoy.

Mis recuerdos de ella son pocos, y no porque no la recuerde. Antes de cumplir los siete años, mi vida era itinerante, y el tiempo que compartía con ella se limitaba a los momentos en que necesitábamos que nos cuidara.

Un día, mientras pensaba en los acontecimientos de mi vida, me pregunté: ¿Habrá algo detrás de todo esto? En ese tiempo ya había decidido recorrer el camino de la autosanación y comenzaba a acompañar a otras personas en sus procesos.
De pronto, se me cruzó una idea: ¿Tendrá la familia algo que ver con lo que vivimos? Me parecía difícil de creer. ¿Cómo podían influir en mí personas que ni siquiera conocí?

Tres años después, comencé a reconstruir la historia familiar. Fue un viaje de descubrimientos. Me comuniqué con parientes para conocer nombres de personas que ni sabía que existían. Poco a poco, las piezas comenzaron a tener sentido.

Por aquel entonces sentía una necesidad constante de buscar algo. Solía ir a librerías y así encontré un libro: “Mis antepasados me duelen.” Sentí que allí había una pista. Empecé a construir mi árbol genealógico. Tenía algunos datos que había obtenido por chismes, ahora buscaba información concreta: quería comprender quiénes habían sido, cómo habían vivido y qué acontecimientos los habían marcado.

Recuerdo que, al terminar mi primer proceso, durante una meditación me vi en la entrada de un cementerio. De allí salía gente en fila. Al final, vi a Cayita, mi abuela, junto a mi tía. Me dieron las gracias, diciéndome que los había liberado. No lo entendí entonces. Tendrían que pasar diez años más para comprender la magnitud de aquella experiencia.

Según, Ivan Boszormenyi-Nagy, Bert Hellinger: Las lealtades Familiares Invisibles o Fidelidades Invisibles, son compromisos inconscientes hacia el sistema familiar (a menudo hacia un ancestro que sufrió un trauma o injusticia) que llevan a repetir patrones disfuncionales o a "sacrificar" la propia felicidad para mantener la "cohesión" o el "equilibrio" familiar.

En las investigaciones y protocolos que hice para trabajar la conciencia ancestral, descubrí que empezaríamos un nuevo ciclo en las relaciones familiares, donde estamos, y que las lealtades invisibles que habían condicionado nuestras vidas desde antes de nacer podrían resolverse por un fin, la personalidad tendría que empezar a cerrar los ciclos experimentados en el planeta, por tanto, tendría que cerrar ciclos ancestrales.

Esto abre la puerta al desarrollo de la identidad individual, honrando al sistema familiar que nos permitió comenzar un ciclo de encarnaciones.

Este enfoque, puede ser validado por la Epigenética, que sugieren que la propia evolución humana está haciendo que las cargas (que podrían manifestarse a nivel epigenético) se vuelvan más visibles o intolerables para las nuevas generaciones, forzando la sanación. En este sentido, la resolución de las lealtades invisibles no es solo un trabajo individual, sino una tendencia evolutiva de la especie. Aunado al desarrollo de la conciencia, que lleva al individuo a entrar en procesos introspectivos, como a mí, impulsándonos a reconfigurar el pensamiento.

 

Creo que los cambios deben llevarnos a reconocer y honrar de dónde venimos, permitiéndonos tomar las raíces para poder elevar las ramas y vivir nuestro propio destino.

 

“Cayita, tomo la vida de ti, al precio que te costó”

 

¿Qué opinas tú, cómo crees que las relaciones familiares han condicionado tú vida?

 

 

#03 La brújula semanal del 27/10 al 03/11/2025

 

Te invito a elegir una carta por cada situación que quieras comprender. Cada carta tiene un número. Ejem. Piensa en una situación y elige un número del 0 al 22 y busca la carta identificada con ese número.


Si tienes un mazo, saca una carta por cada tema o situación y busca el mensaje en “La Brújula Semanal”.

Recuerda: esto no es una predicción, sino una perspectiva, una mirada simbólica según mi visión de la conciencia.

  

El Loco (0)

Temas con documentos. Algo que está enfrente, en tus manos, pero no es visible aún. Te dan algo que te corresponde por derecho, Acéptalo desde esa forma, no es regalo.

 

El Mago (1)

A veces, no se logran los objetivo que se buscan, pero se logran otros. El enfoque que había, puede que no sea lo suficientemente fuerte, determinante. Evalúa los resultados para que te replantees las acciones.

 

La Sacerdotisa (2)

Das o te dan la espalda. Como sea, muestra que ya no necesitas esa conexión, la relación o estas listo(a) para pasar al siguiente nivel. Momento de mucha tensión que será muy breve. Cambios radicales en las circunstancias cotidianas.

 

La Emperatriz (3)

Emociones revueltas. La realidad es creada por tu percepción. Cómo estas viendo las circunstancias que te impide tener una visión ampliada. Aunque hay mucha confusión, la realidad es que estas atrapado(a) en tus propias convicciones.

 

El Emperador (4)

Estarás muy relajado(a) aunque las situaciones puede que no estén tan fluidas, sin embargo, tu postura es de soltar. Alguien que viene sin avisar. Observas momento de tensión en tu entorno, pero estarás bajo perfil.

 

El Sumo Sacerdote (5)

Estado de soledad. Indicativo que hay algo que está madurando, terminando un ciclo. Puede ser una situación que no esté relacionada con algo que ocurra, más bien con algo que ya ocurrió y aún así, no había culminado.

 

Los Amantes (6)

Puede que tengas una niebla mental que no te permite ver con claridad. Algo que es reforzado por lo que ves. Algo que pospones puede resultar una perdida después.

 

El Carro (7)

Fuerte conexión espiritual, puede ser a través de ti o un medio. Algo que te da un mensaje, este tiene mucha relevancia porque tiene que ver con algo que ya han estado diciendo o que ya había llegado por alguna fuente.

 

La Fuerza (8)

Estado de ensoñación. Aterriza las ideas dándole forma a lo que has venido pensando. De tu determinación dependen los resultados.

 

El Ermitaño (9)

Situaciones que al verse en perspectiva permite dilucidarse lo que no se veía antes. Momento de profunda introspección que puede marca un antes y un después en algunas situaciones.

 

La Rueda de la Fortuna (10)

Indecisiones por dudas. La inseguridad no está en lo que se haya elegido sino en la forma de hacer la elección. Hay que discernir sobre dónde se está invirtiendo, la duda debe interpretarse como una bandera.

 

La Justicia (11)

Fuerzas que impulsan hacia una dirección. Momento de actuar en donde puedes sentir que retomas una línea de tiempo. Aunque esto es una percepción, serán los hechos los que revelarán cómo ocurrirán las circunstancias.

 

El Colgado (12)

Actitud defensiva, no necesariamente tenga que ver con lo que piensas, más bien, son reacciones asociadas a situaciones que no se han terminado de superar. Cuando se hacen consciente, podrás despedirte de aquello que creíste que te hizo daño.

 

La Muerte (13)

Hay personas que están pendientes de ti. Algo interno te dice que sigas tus instintos, hazle caso. Verás algo que te sorprenderá. La madurez que tengas ahora será fundamental para el siguiente paso.

 

La Templanza (14)

Se recupera un orden. Situaciones que habían estado detenidas y retoman su flujo natural. aunque ahora depende del ritmo que hay, este cambiará, solo hay que esperar que los hechos avancen.

 

El Diablo (15)

Recuerda que a veces, la boca más dulce, tiene los dientes más afilado. Te endulzan el oído con lo que quieres escuchar. Ve más allá de la expectativa para que veas la realidad.

 

La Torre (16)

Algo que se precipita. Finalmente, llega lo esperado. Todo tiene su momento y es este. Entenderás por qué no fue un retraso, sino que tenía tiempos. Mantén en reservas tus próximas acciones.

 

La Estrella (17)

Pequeños cambios que se han venido gestando sobre la marcha. En algunos casos, tendrás que adecuar ciertas situaciones, pero después, podrías que volver a hacerlo. Contempla esto

 

La Luna (18)

Confrontación con alguien en el ámbito laboral. Esta persona puede estar apoyándose en otra con autoridad, más, sin embargo, hay cambios y estos pudiera perjudicarlas a ambas. Mantén tu profesionalismo.

 

El Sol (19)

Es el momento de florecer. No dejes las cosas a la deriva. Propuesta importante, tal vez necesites poner al día algunas cosas. Reivindicaciones. Llegada de nuevo miembro a la familia.

 

El Juicio (20)

Hay evidencias de que la naturaleza de las cosas a veces no son lo que crees. Cambios, mudanzas cortas. Contrariedad por una situación, te dicen una cosa y después otra.

 

El Mundo (21)

Avances significativos. Se rompen las barreras impuestas por fidelidades. Dejas en claro qué quieres y defines los puntos en una situación. Aunque por ahora, no tendrás que decir nada.

 

 

 

 

 

 

 

 

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