HORÓSCOPO #401 DEL 29 DE JUNIO AL 05 DE JULIO DEL 2009
Esta imagen corresponde al teléferico de Mérida, Venezuela. Es un lugar hermoso en donde el cielo y la tierra se confunden. Empecé a escribir a los siete años. Mi primer diario era de Sara K. recuerdo que me decían que me conocían por la escritura. Mi maestra en primer grado, una señora muy mayor ella, me llevaba a su casa que estaba detrás de la mía para darme lecciones. Sin embargo no fue en ese momento que mi escritura mejoró sino mucho tiempo después. La necesidad de expresarme fue algo latente en toda mi vida. Tenía muchas cosas que decir pero cada vez que lo intentaba mi voz temblaba impidiéndome articular palabra alguna, mi cara se ponía roja y terminaba callándome y diciendo todo mental. En la universidad la cosa no mejoró mucho, decía sólo lo que me preguntaban, pero me extendía sobre todo en la palabra escrita. En general me costaba comunicar lo que quería decir y esto se reflejaba en todos los aspectos. Por vergüenza no dije muchas cosas que quería decir y esto me generó muc