MARTHA MARTINEZ FACILITADORA DE HERRAMIENTAS DE AUTOAYUDA

  Estela es una joven muy singular. Echada pa´lante la muchacha, dice Clotilde de los Balbuena. A muchacha más oficiosa, la mama le enseño, la crio bien. Aquella tarde en el zaguán estaban las doñas más representativas del pueblo. Cuando se reunían, despepitaban por esa boca y nadie se les escapaba. Recuerdan al Eulalio de misia Petrica. Hasta que llegaba Don Vicente y se escuchaba el siseo en señal de que había que dar por terminado la tertulia, pero en cuanto entraba, arqueaba la ceja en señal de disgusto. Más tarde le decía a Prudencia, carajo, ustedes no tienen oficio sino es hablar del prójimo, pero ella siempre le salía al paso diciendo que no se hablaba mal de nadie. Treinta años más tarde, Rosa estaba en un café con su amiga Aurora y en tono de confesión le dice, tengo algo que contarte. Las pupilas de Aurora se dilatan en señal de atención. Rosa como novela hace silencio y dice, Juan quiere que me case con él, pero esa no es mi prioridad. Mis padres esperan que nos casemos e