MARTHA MARTINEZ FACILITADORA DE HERRAMIENTAS DE AUTOAYUDA

EL ARTE DE EXPERIMENTARSE   En esta época del año, nos encontramos preparándonos para las festividades de navidad y año nuevo. Cada familia tiene una dinámica pero en general la costumbre es la misma, las cenas, los regalos, la música navideña, las reuniones en grupos, comprar la ropa. Cuando llegamos a fin de año es inevitable hacerse una retrospectiva del año que está a punto de culminar, reflexionamos en lo que nos propusimos hacer cuando empezó y lo que finalmente hicimos, también nos planteamos las próximas metas para el año que entra. Los últimos años hemos sentido que cada año es más rápido que el anterior o que los días parecieran tener menos horas. Otro aspecto que nos ocurre es la velocidad con la que ocurren los eventos. En cortos periodos de tiempo, nuestra vida cambia hasta radicalmente. Lo que pensamos lo vemos rápidamente manifestado y aunque existe toda una explicación bien sustentada con respecto a esto en este momento mi propósito es hacer refl

ERASE UNA VEZ….. Las noches en estas latitudes son cálidas e invitan a aventurarse a pasear por la bahía. Así se encontraba María pensando en los acontecimientos de los últimos días. Su mente divagaba pero también se detenía en pequeños detalles de los eventos de ese día. Sentía que   en los últimos seis meses cada día era un año, ya   había perdido la noción del tiempo. Eso no era importante ahora, sólo necesitaba tomar una decisión aunque ahora no supiera cuál sería. Irse, quedarse, eran dos pensamientos que revoloteaban en su mente. Cada uno tenía sendos argumentos bien sustentados pero faltaba algo, sentir cuál era el que tenía que tomar. Con el tiempo, las situaciones se habían clarificado, tenía la certeza de que dirección tomaría su vida ahora. Después de pasar los últimos años en un conflicto, el no tenerlo ahora le generaba una extraña sensación, indeterminada, indefinible, imprecisa. Se sentía parte de todo aquello pero a la vez no lo era, en quién se