EL ARTE DE EXPERIMENTARSE

 

En esta época del año, nos encontramos preparándonos para las festividades de navidad y año nuevo. Cada familia tiene una dinámica pero en general la costumbre es la misma, las cenas, los regalos, la música navideña, las reuniones en grupos, comprar la ropa.

Cuando llegamos a fin de año es inevitable hacerse una retrospectiva del año que está a punto de culminar, reflexionamos en lo que nos propusimos hacer cuando empezó y lo que finalmente hicimos, también nos planteamos las próximas metas para el año que entra.

Los últimos años hemos sentido que cada año es más rápido que el anterior o que los días parecieran tener menos horas.

Otro aspecto que nos ocurre es la velocidad con la que ocurren los eventos. En cortos periodos de tiempo, nuestra vida cambia hasta radicalmente.

Lo que pensamos lo vemos rápidamente manifestado y aunque existe toda una explicación bien sustentada con respecto a esto en este momento mi propósito es hacer reflexionar sobre este momento.

No sé cuántos creyeron que el planeta dejaría de existir el pasado 21 de diciembre pero seguro muchos han sentido a lo largo de este año diversas manifestaciones energéticas que las han experimentado como sensaciones corporales que no se pueden definir, intensidad en sus circunstancias, situaciones externas complejas o complicadas, cambios rápidos en los pensamientos, aceleramiento de procesos y otras cosas que vamos a denominar como diferentes.

Yo entiendo como el fin del año del calendario Maya como una interpretación que hicieron ellos a la ruptura con el tiempo.

A lo largo de la historia de la humanidad han existido diversos calendarios, incluso algunos que no hemos conocido. El mundo actual se rige por el calendario gregoriano que toma su punto de partida el nacimiento de cristo.

El calendario Maya es un sistema calendárico que se usó en toda Mesoamérica, cíclico y en donde coexisten tres cuentas del tiempo. La casta sacerdotal Maya era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaban de acuerdo a su cosmovisión religiosa y así entendían el destino del hombre.

El fin del sistema calendárico significa un cambio dimensional pero no sólo en el planeta sino en el universo. Un reordenamiento de las dimensiones que existen en el universo. Un salto cuántico para los que habitamos este planeta y un despertar a la consciencia cósmica.

Tal vez la mayoría jamás haya escuchado estos términos sin embargo podrá entenderlos muy pronto.

Lo importante no es entender las diferentes teorías que buscan explicar el momento, sino como la experimentamos nosotros.

Experimentar es la acción de pensar y sentir emociones. Ocurre a partir del momento en que este proceso se genera en la mente. El evento que compone la experiencia, es la manifestación de experimentar.

Esta dinámica es automática, ocurre continuamente dentro de nosotros. En este momento, el nivel energético nos permite verlo en cámara lenta aunque esto no significa que lo entendamos pero si nos pone a pensar en la asociación entre lo que pensamos y experimentamos después.

El arte de experimentar como decidí nombrarlo, es el proceso que ocurre en la mente a través de una red neuronal que activa memorias y procesos neuroquímicos que dan como resultado la manifestación de un evento.

Este evento, antes de que se produzca, se está experimentando en un plano no físico y se reproduce posteriormente al plano físico.

Cada experiencia es creada desde adentro. Este sería la explicación de porqué alguien puede predecir nuestro futuro, porque nosotros se lo decimos.

En este nuevo momento, por definirlo, ya que no se pueden separar, el experimentar será un proceso más dinámico, esto significa que existirán programas que dejaremos de experimentar, es lo que se denomina un cambio de estructuras mentales. se integran los tiempos como los hemos experimentado hasta ahora aunque no será de inmediato.

Durante un tiempo estaremos en una especie de transición mientras abandonamos los viejos esquemas mentales. Si nos cuesta dejarlos ir, experimentaremos con dolor en sus diferentes manifestaciones.

Vamos hacia el desarrollo de un nuevo cerebro, el cuarto que implica la conexión entre el cerebro y el corazón.

El despertar de la conciencia espiritual  es un cambio de la estructura egoica transmutando la estructura atómica que cambia la proporción de luz en la materia, las emociones positivas son un paso en esta dirección porque causan un incremento en la frecuencia de los puntos de luz dentro de la sustancia y ayudan a producir un cambio molecular en la materia.

Intento decirte que este es tu momento de poder buscar un verdadero cambio, que estas o estarás frente a todo un potencial que es tu poder interno.

Sólo necesitas poner una idea en tu mente y reflexionar sobre ella cuestionándote a ti mismo, las respuestas vendrán solas después.

Enfoca el deseo como una intención para transformar esta fuerza emocional y darle un uso  consciente a la energía de tus emociones y cambiaras los niveles de percepción que finalmente conlleva a la construcción de lo que llamamos nuestro mundo.

Te deseo un feliz despertar a la consciencia y un bienvenido a la conexión con tu Yo verdadero. Finalmente empezaras a recorrer tu propio camino.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL AMOR UNA EXPRESIÓN DE FIDELIDAD Y LA TRAICIÓN EXPRESIÓN DE INFIDELIDAD/Horóscopo del 12 de febrero al 18/2/2024

SER MUJER, UN DESAFÍO EN EL SIGLO XXI

EL VUELO DEL ÁGUILA/HORÓSCOPO DEL 19/02 AL 25/02/2024