MARTHA MARTINEZ FACILITADORA DE HERRAMIENTAS DE AUTOAYUDA

EN TRANSITO   Un montón de cajas aglomeradas en un salón con etiquetas identificando su contenido, la mujer en la otra habitación ve por una ventana con una taza de café en sus manos, su mirada se pierde en la distancia por poco tiempo, el sonido de un teléfono la saca de su abstracción. Un hombre pregunta si ya está lista, ella con un suspiro largo dice, si, lo estoy, en su mente un pensamiento retumba afirmando, “todo está bien” una y otra vez. Seis meses antes, “Todos los días son iguales pero en realidad no lo son”, dice una mujer a otra, su perspectiva cambio radicalmente, hace escasas semanas se encontraba al borde de un abismo sin saber cuál sería su dirección. Tenía dos años viviendo sola, nunca pensó en la soledad hasta ese instante, comer sola pasó a ser una pesadilla, viajar sola, tomar una copa sola. Ella misma se preguntaba por qué estaba sola, era atractiva y no se lo decía sólo el espejo. Después de intentar varios acercamientos, conoció un hombre, u

24 HORAS  Son las ocho de la mañana, el hombre sentado en una sala de espera en donde están 5 personas más continuamente observa el reloj en la pared. Los minutos le parecen eternos, se da cuenta que los demás también están angustiado aunque hay un hombre que se muestra muy confiado y seguro, como si el cargo ya fuera suyo. Su mente repasa el último año, después de tener diez años en una trasnacional fue despedido, reducción de personal. En ese momento estaba encargado de un proyecto importante con el gobierno. Los últimos seis meses no se había adelantado mucho y si se habían hecho grandes inversiones. Finalmente el gobierno canceló y se perdió el proyecto. Esto ya había pasado antes pero en esta oportunidad la empresa decidió dejar de hacer negocios, había mucho riesgo. El reloj con su tic-tac implacable sigue marcando el tiempo. Tenía muchas ideas en su mente pero sabía que nada tenía significado si no era espontáneo, ya había estado del otro lado entrevistando profesio