MARTHA MARTINEZ FACILITADORA DE HERRAMIENTAS DE AUTOAYUDA

EN VIAS DE DESARROLLO La existencia no es una simple realidad, sino una continuidad de varios estratos compenetrados del ser desde lo denso del cuerpo físico a través de las capas de la mente, hasta el espíritu. En nuestro estado de ignorancia, nos identificamos con nuestro cuerpo y nuestra mente inferior haciendonos sentir a nosotros mismos como diferentes y separados del mundo y de nuestros semejantes, levantando barreras sociales para demarcar nuestro sentido de separación física. La realidad es que sólo nuestros cuerpos y mentes consientes y subconscientes son diferentes, en el nivel de la mente superconciente y en el ser infinito somos uno. Aquellos que han elevado su mente más allá de las capas inferiores, trascienden todas las barreras físicas y sociales alcanzando una visión universal. Debido a las falsas y estrechas sicologías que comprimen las esferas psíquicas de los seres humanos, en el mundo hay demasiada hostilidad, miedo y dominación. La sociedad actual pone mayor énfasi

Cierta vez llega un joven de occidente a una ciudad de oriente buscando la sabiduría. Tal vez pensó que con sólo llegar la encontraría. Tuvo que recorrer una gran distancia hasta dar con un anciano que según le dijeron, era un gran sabio. Al llegar al hombre, llevaba una gran expectativa pero cuando lo vio a parte de la gran emoción que sintió también sintió un gran desconcierto porque no vio en él lo que esperaba. El primer día no hubo comunicación, el hombre lo vio y siguió de largo, él pensó: los eruditos son así. El segundo día pasó algo más o menos similar y así transcurrieron muchos días. Con el pasar de los días, el hombre llegó a albergar mucha frustración, trató de darse una explicación haciendo diversas conjeturas mentales ante tal actitud que no comprendía y decide tomar la iniciativa de preguntarle al hombre lo que él vino a aprender. Se le acercó, intentó hacerse comprender entre lo poco que había aprendido de su idioma, este lo observó, siguió fumando su pipa, sonrió

CONFESIONES DE DIVAN Mientras trabajaba las relaciones de pareja con una chica llegamos a una conclusión, quién dijo miedo al amor es inseguridad de querer convivir con alguien. En su proceso conseguimos ninguna razón que sustentara la dificultad en sus relaciones. En el pasado, había tenido dos relaciones con las cuales llegó a vivir parcialmente en una y en la otra completamente sin establecer compromisos formales. Las relaciones fueron según su perspectiva, buenas, sin embargo, el amor se acabó en una muy rápido y en la otra los proyectos de vida no coincidieron, sin embargo todo fue amigablemente. Después de tener seis meses trabajando en el tema, buscando en sus experiencias, en otras vidas, en su sistema familiar, en una de las sesiones le pregunto sobre aspectos básicos de la convivencia, como compartir la habitación, el closet, el baño, dónde ir de viajes juntos, cómo establecer las prioridades en pro de la relación. Cuando hablé del closet, mencioné una situación hipotética p