Katherine viaja en tren a diario para acudir a su trabajo. El último año ha sido muy pesado a pesar de que ya tiene diez años en esta empresa. Le gusta lo que hace afirma, no entiende porque se ha vuelto pesado ir a trabajar. La empresa es una de las mejores, estimula a sus empleados a crecer en diferentes sentidos. La apoyaron para que terminara una especialización además de darle el tiempo. Aprovecha esas horas en tren para reflexionar en sus circunstancias de vida, cree que debe hacer algo.
La vida es una suma de circunstancias, me digo a mi misma cuando estoy en ese momento en donde creo que nada tiene sentido, tal vez no me ayuda a tranquilizarme pero si le da a mi mente una razón.
Recuerdo cuando decidí dejar de hacer lo que sabía hacer y para lo que me había formado. Lo pensé un año y cada vez que lo pensaba menos sentido tenia pero a la vez, los hechos me mostraban el camino, solo que no era lógico.
Estando en el camino de la autosanación desde el 96 puedo afirmar que me considero despierta los últimos dieciocho años, antes solo estaba informada. Claro, esto puedo decirlo ahora porque en ese momento mi perspectiva era otra.
Defino estar despierto como una conciencia sobre uno mismo primero y después sobre lo que es la experiencia de vida, es decir, estar consciente del yo soy.
El despertar a la conciencia va ocurriendo y luego se vive con esa conciencia. Cuando se está despierto la visión sobre uno o la vida se basa en vivir desde lo que se siente, aceptando las circunstancias como hechos que son creados a partir de lo que se piensa o pensó o se siente o se sintió.
Vivir desde esta perspectiva amplia las posibilidades de tener una vida satisfactoria, aceptar lo que ocurre, elegir sentimientos que nos hagan sentir gratitud y dejar que lo demás sea como es.
Dejé de luchar cuando hice conciencia que vivía luchando con lo que ocurría pensando en qué era lo que yo quería. Cuando me di cuenta de que la lucha era conmigo porque yo creaba las circunstancia solo observé qué era lo que estaba creando para aceptarlo.
Todos tenemos inconsistencia, es parte del carácter que venimos a trascender. Al entender que después de que aceptas las circunstancias fluyen, el querer tener todo bajo control cambia.
Si estuviera leyendo esto veinte años antes quisiera saber cómo lo hago. Te diría que observes, muy importante, sin cuestionar, interpretar, calificar. Solo observar diariamente. Al principio tu mente que busca analizar todo y calificarlo buscará etiquetarlo pero tú después que tu mente emita un veredicto, no piense. Evita el monologo interno y si te das cuenta de que te encuentras enfrascado(a) en un dialogo con tu mente, te dices, solo observo.
La experiencia es interesante. Hay un mundo muy diferente al que has estado viviendo. Puede que te sorprendan muchas cosas y que otras encajen en aquellas que antes no tenían sentido o un sentido que terminaba por ponerte en una posición que te limitaba.
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