LA OTRA VIUDA

La vida es una suma de circunstancias, dice la mujer con el pelo gris sentada al fondo de la habitación. Con una mano se quita el pelo de la cara mientras que con la otra acaricia a un perro que está en su regazo. Por un instante se traslada al pasado y rememora momentos en donde se encuentra con un hombre en un momento circunstancial. El encuentro como se refiere aquel momento marco su historia y le daría un giro a su vida para siempre. Devuelta al presente, responde tarde a lo que le preguntan pero como siempre con una sonrisa en la cara. Hace mucho tiempo, cuando me consideraba joven aún, viví la muerte de un hombre. Durante un tiempo creí que él me había olvidado y aunque yo no lo recordaba siempre, él vivía en mi memoria. Fue una época extraña, sobre todo porque yo no era quien era. No sé si fue más difícil lo que me estaba pasando o la suma de circunstancias extrañas que rodeaban mi vida para ese entonces. Este hombre me rescato. Superó la barrera más difícil, mi desconfianza hacia los hombres y cuando dejas de creer en todo él me regreso la esperanza pero no porque me la diera, sino porque en algún momento en donde yo sin darme cuenta, empezó a iluminar mis días. Sin embargo tendría que pasar más tiempo para que yo bajara mi resistencia y fue cuando comenzó mi historia. Es lo que estas penando, me enamoré. Cuando dices que no lo harás, cuando crees que es imposible y simplemente sucede. Ahora puedo entender que quien se enamoró fue la mujer que vivía por dentro de aquella otra que estaba amargada. ¿Sabías que probablemente no sepas quién eres? Si, eso fue la razón de esa experiencia no tan idílica pero que sacó la persona que vivía en mí. Ahora, sentada en este ahora puedo ver hacia atrás y saber que hay momentos que no mueren nunca y aun atesoro todos esos momentos vividos con él. Mirando a este hombre que ha estado los últimos veinte años conmigo entiendo aquel ahora, en donde la incertidumbre fue lo único que tuve por mucho tiempo. Las personas somos la suma de las experiencias que hemos vividos, lo comprobé mientras vivía porque uno no nace una sola vez sino muchas así como muere continuamente. Soy la otra viuda, enviude de un amor del pasado en el presente. La experiencia ya no pertenecía al ahora, es más, pasaron muchos ahora. Sin embargo, cuando murió, su muerte me trajo nuevamente a esos eternos presentes vividos juntos en esta y otras vidas porque al encontrarnos recordamos que ya nos habíamos encontrados en otros momentos. Sabía que el instante sería nuevamente finito y nos distanciaríamos nuevamente como seguramente lo hicimos antes pero esta vez yo quería hacerlo diferente, sin dramas, sin finales determinantes. ¿Nos volveremos a encontrar? No lo dudo pero no en este plano de existencia. Recreo una imagen en donde dos personas se encuentran en un café en una ciudad del futuro y se hablan con sus miradas.