LA OPORTUNIDAD QUE SE ESCONDE EN EL HOY

 La vida cotidiana, vaya desafío. Aún así, nos despertamos diariamente empezando hacer lo que tenemos que hacer, la mayor parte del tiempo en forma automática.  

Todo lo que necesitas saber está en el día.  Una y otra vez como el péndulo, pasas por el mismo lugar. Lo curioso es cómo sigues perdido en tu cotidianidad. La suma de todos los días compone el logro de una meta.

La experiencia del trabajo personal permite centrarte en el presente cambiando la idea que tienes del pasado o la expectativa de un futuro predecible.
Si en el día está la oportunidad del logro, por qué sigues  invirtiendo energía en lo que ha sucedido, viendo el presente como si fuera el pasado. Es lo normal, no te das cuenta que sigues recordando lo que sucedió. Lo haces sintiendo melancolía, tristeza, rabia, angustia, todas las emociones que ya sentiste antes. Lo ignoras, cuando estás viviendo el presente, estás viéndolo con pensamientos y emociones que ya tuviste. Tu cerebro se encarga de esto. Dejas las cosas sin resolver que inconscientemente estás proyectando una y otra vez lo que te ha sucedido.  Creyendo que esta sucediendo o queriendo que suceda. 

Cómo centrar tu atención a este instante. Tienes el elemento principal, tus sentidos. Estos te guían, son el medio a través del cual captas la experiencia diaria. El calor, el frío, el hambre. 

Estar consciente es fundamental en la experiencia de experimentarse. Cualquier cosa que alguien necesita saber, se encuentra en el día.
Centrarte en los aspecto ordinarios, simples, cotidianos te permite comprender las lecciones que tengas que aprender.
Tu percepción difícil,  complicado, imposible, limitante de la realidad la condiciona. 

¿Cómo expandir la conciencia ampliar el pensamiento?  Una forma es analizar los aspectos de cada situación para llegar a los detalles y desde estos la conciencia empieza a desarrollarse porque empiezas a darte cuenta. 

Existen diferentes formas. La personalidad tiene recursos que ya implementa, lo hace automáticamente. La base del criterio que usa depende de factores familiares, sociales, culturales, género, edad y el contexto en el cual estes. 

Todo el tiempo se está eligiendo, a través de lo que haces, sientes, piensas. La elección es personal.

Lo interesante es que no existe la formula perfecta para experimentar, basado en esto, lo estas haciendo bien. 

 
Tengo un principio básico, todo lo que hago lo hago bien. A partir de esta idea evaluo mis elecciones y acciones en función de lo que me ocurre asumiendo la responsabilidad. Cómo no me cuestiono, facilita que las consecuencias que no sean lo que espero, las vea como un aprendizaje, haga las correcciones en el momento porque no me descalifico y vuelva a impulsarme porque no me sabotee con las interpretaciones que hice. 

Cuando empiezo el trabajo con alguien le pregunto si historia, así identifico la posición que tiene frente a lo que dice y con que criterio lo interpreta. 

Tengo un recuerdo de una persona muy especial que conocí cuando era adolescente, unos días antes de su muerte fui a verla, me faltaban pocas semanas para dar a luz, estaba delirando. A ratos seguía la conversación y a otros estaba como en un limbo. Ver su sufrimiento me marco,  se  aferraba  a la vida a pesar del dolor que aguantaba.

De repente  dijo,“ojala el tiempo se retrocediera veinte años y hubiera tenido una hija”. Pensé cómo alguien que le quedan tal vez hora desea que el tiempo retroceda veinte años para tener un hijo. Yo deseara que se me quitara el dolor, que me muriera rápido, que me curara milagrosamente y seguido me dije, " no dejes que te pase el tiempo". 

Ahora sé que la vida no se apaga hasta que se detiene el corazón y a veces, el corazón se detiene y seguimos experimentando fuera del cuerpo, con los cuerpos que tenemos hasta dejar las vibraciones del planeta. 

Usa el conocimiento de otros para crear tu propia fórmula. Cada día, sé tú mismo.