LA BUSQUEDA DEL AMOR, UNA NOCHE OSCURA

"cuando mi hijo sonrie, siento que cualquier cosa que me hubiera pasado desagradable, carece de importancia"

Cierta vez se encuentra una mujer en un aeropuerto, como lo indican las aerolíneas, llegó con tres horas de antelación a esperar su vuelo con destino a otro continente. Después de pasar por los acostumbrados tramites y de media hora husmeando en las tiendas se sienta a esperar no tan pacientemente el llamado a abordar el vuelo.
Su mente no se detenía en ningún pensamiento en particular porque se entretenía en cuanta persona pasaba por su frente, cuando una voz masculina dice su nombre, al principio no logró que prestara atención, pero al segundo llamado, ya mas cerca, se voltea para encontrarse con unos ojos que la observaban entre sorprendidos y maravillados por tan fortuito encuentro.
Ambos se conocían desde hacia una década, circunstancias individuales los reunió y las mismas los separó. Ahora eran dos conocidos en un aeropuerto esperando un llamado que a partir de ese momento no quisieron que llegara.
Después de los saludos iniciales, se pusieron al corriente de los acontecimientos de los últimos años. Por sus mentes transitaban distintos pensamientos que eran dominados por sus emociones. Ambos estaban solos a esa altura, habían tenido cortas relaciones que no terminaron en nada.
De repente una voz anunciando la salida del próximo vuelo, el del hombre, interrumpe el mágico momento entre este hombre y esta mujer, ella se queda en vilo esperando la despedida, en cambio él hace silencio, se levanta, ella ve como se aleja mientras piensa, lo volvió hacer.
Cuando pasan escasos diez minutos, tiempo suficiente para que ella se sintiera miserable, el hombre regresa a su encuentro, sus ojos lo decían todo y a la vez nada. Hasta que él dice, te arriesgarías, ella sin pensar, con el boleto en la mano, iba de vacaciones, sólo asiente con un movimiento afirmativo de cabeza, toma la mano que se le ofrece y se van.
Cada quien termine la historia a su modo.
La búsqueda del amor, una noche oscura que todos transitamos. Empezamos a recorrerla antes de venir a esta vida, en otros tiempos, en donde fuimos hombres o mujeres, vivimos historias que nos acercaron al amor o nos separaron de él.
Ahora retomamos nuevamente el camino, cuando elegimos experimentar esta vida. Todos lo estamos buscando en diferentes formas y con diferentes nombres y en diferentes lugares.
Comenzamos el camino en el país que decidimos nacer, bajo una cultura y una historia familiar con nuestros padres, por el tipo de relación que ellos establecieron con nosotros desde el momento del nacimiento. Posteriormente fuimos interactuando en un entorno, familia, amistades, vecinos, compañeros, amigos, parejas, comunidad y así nuestras interacciones se fueron ampliando y conectándonos con las memorias que traíamos del amor desde otros tiempos, espacios, dimensiones.
Con el tiempo todas estas interacciones dejan huellas en nuestra búsqueda del amor pero para que recordemos lo que andamos buscando.
Entonces llega el primer momento importante, cuando identificamos nuestra búsqueda, generalmente procede a un estado emocional, que bendición, por primera vez discriminamos los conceptos y nos separamos de algunos de ellos para aprenderlos de una forma diferente.
Andando en el tiempo, llega el segundo momento, cuando sabemos exactamente cómo es y cómo llegar a encontrar lo que buscamos. En este trayecto, el mismo camino habrá discriminado a todos los que lo buscan, unos abren otros caminos, otros no lo terminan, otros se cansan y deciden irse pero otros no se rinden, aunque pueden ser los más cansados.
Y llega el momento en que los que insisten en su búsqueda empiezan a tener las primeras recompensas, son las pruebas de que van por buen camino y de que llegarán a su destino.
Es aquí de lo que quiero hablar, este es el momento de la noche oscura, cuando ya va amanecer.
En este trayecto, ves hacia atrás y crees que te perdiste o te confundes, cuando ves hacia adelante no hay nada, pero tampoco hay incertidumbre, entonces descubres o te das cuenta por primera vez de la certeza, esa sensación indefinible que te dice, es por aquí. El camino te exige que sólo te guíes por tus sentidos sensoriales. Estos serán los que te llevarán a sentir el amor por primera vez consciente, sin embargo no dejaras de sentir miedo, angustia, desolación, a veces una alegría y felicidad que parecen efímera por su corta duración porque es ahora que eres más humano que nunca.
Lo que encontrarán tus ojos no será conceptualizado por tu mente sino por tus emociones. No habrá ninguna explicación a lo que te sucederá sólo que es así. Y tu te darás cuenta que tuviste que haber recorrido todo ese camino, la mayoría del trayecto tu no la recuerdas porque hubieron fueron en otras épocas, con otros roles, pero el momento valdrá la pena, te rencontrará con todo.
Si te encuentras en esa noche oscura, quiero decirte que no desista, ya va a amanecer. El amor es el destino de todo lo que existe sólo que se encuentra en diferentes manifestaciones, todas te llevaran a él.
No desprecies ninguna experiencia, cada una tiene la pieza del rompecabezas que necesitas para terminarlo. Lo sorprendente es que al final serás tú y la conexión con tu pareja, tus padres, tus hijos, tu familia, tus amigos, tus compañeros, tus vecinos, tu comunidad, el mundo.

Feliz Navidad y un Prospero Año Nuevo son mis deseos, transmito en mis palabras la energía necesaria para que insistas en tu camino de regreso al amor,
Ya yo estoy en la noche oscura.