CERRAR CICLOS, CON CLASE

 

Me encuentro nuevamente en una circunstancia de cerrar un ciclo, reflexionando en las anteriores ocasiones, me doy cuenta que ahora es más fluido, cómodo, sin dramas como al principio.

Haciendo una retrospectiva, empecé a cerrar ciclos el día que mi mama abandonó a mi papá estando embarazada de mí, la decisión no se concretó porque debió estar insegura, generando posteriores circunstancias que la llevaron a regresar con él. Así comienza mi larga historia de mudanzas en este país, creo que debo haberme mudado más de tres docenas de veces.

Mientras elegía las cosas que conservaría, pasaban por mi mente las razones por las cuales las había conservado, el arreglo del día de la madre que hicieron en la escuela del niño cuando tenía 3 años, el papelito que me regalaron, el vaso que dieron en el estreno de la película la cual olvidé, tal cosa que me hace falta por si acaso. Saltan las creencias cubanas con las que crecí, "hay que guardar hasta las tapas de los pomos, las bolsas"

Ahora me estoy desprendiendo de todo y cada vez que entrego las cosas se me comprimen el corazón por eso empecé a escribir esta nota. Estoy bien, porque soy hecha del árbol más antiguo del bosque y de la madera más fuerte.

Terminar experiencias no es tan fácil, no porque no lo sea, es porque así lo vemos. Cuando cierras un ciclo, están involucrados muchos elementos, son estos con los que cierras el ciclo. Si la vida es un cambio permanente, las dificultades que pueda tener una persona para aceptar los cambios se refieren a las circunstancias por las que ya pasó, especialmente siendo niño con sus padres o representantes encargados de proporcionarle seguridad.

Cada vez que la persona se enfrente con la experiencia de terminar el ciclo que requiere la madurez para planificar y tomar acciones que luego tendrá que ejecutar, va a reaccionar con emociones primarias que sustentaron las experiencias que en su niñez afrontó.

Continuamente estamos cerrando ciclos, desde que dejamos el útero experimentamos una serie de continuos cambios en diferentes sentidos y naturalmente vamos a reaccionar pero si nuestras reacciones las condiciona el entorno negativamente, marcará nuestras experiencias cambio y transformación.

Por suerte somos hacedores de nuestra propia historia y podemos hacerla de nuevo. Los hechos no van a cambiar pero si la interpretación que nos hicimos de ellos, hay memorias que están muy incrustadas en nuestro subconsciente que ni sabemos que existen porque no las exteriorizamos sólo las reflejamos, sin embargo ese reflejo representa una posibilidad de poder descubrir su existencia y cambiar las interpretaciones.

Puedo elegir viéndome como la victima de las circunstancias que he vivido pero también tengo la opción de asumir mi responsabilidad y la autoridad que me da el poder de transformar mi realidad y crear la que quiero.