HACIA LA EVOLUCION DE LA MENTE

 

Mientras escucho a Tilda, proyecto en ella mis propias circunstancias, no son las mías, pero al igual que ella, me hacía el mismo planteamiento.

Tilda ha logrado lo que muchas personas buscan, sin embargo, su insatisfacción es igual a la que muchas personas tienen que no han logrado lo que ella tiene. La contradicción no es sentirnos insatisfecho con lo que tenemos, sino, no poder ser consciente de lo que buscamos. ¿Existe un medio para encontrar las respuestas preciso, certero, expedito?

A lo largo de mi experiencia en el área de autoayuda reafirmo que la vida es un reflejo. Estoy plenamente consciente de que atraemos lo que reflejamos y entiendo el proceso, no lo suficiente para dejar de atraer lo que no quiero. ¿Cuál es el verdadero reto de experimentar esta vida, por qué estamos aquí? ¿Somos producto de la casualidad de un espermatozoide y un óvulo o somos la idea materializada de esa unión?

 

El cerebro ha pasado por distintas fases de desarrollo. El primer cerebro, primitivo, tuvo una capacidad de respuesta instintiva, de reacciones rápidas que le permitirían sobrevivir a situaciones de peligro diarias. En la medida que fue pasando el tiempo, la necesidad de interacción con el entorno de una forma más optima hizo posible un segundo cerebro que se acopló al primero, generando la formación de clanes y poblados. Esto hizo que las primeras civilizaciones aprendieran del entorno, sin embargo, mientras desarrollaban aspectos como las artes, orfebrería, la pintura etc., se potenciarían las habilidades de la guerra como una necesidad de dominio y conquista. El tercer cerebro dio origen a los primeros pensadores y filósofos buscando un significado profundo de la existencia, razonando con el entorno por medio de la reflexión.

Nos encontramos en un momento donde la visión va más allá de lo imaginado, con la posibilidad de acceder a una percepción de lo que somos más allá de toda visión filosófica o religiosa, que llevarán a la formación del cuarto cerebro desde el cual percibiremos el entorno como algo inherentemente asociado y unido a nosotros mismo sin necesidad de dominarlo, expresarlo o explicarlo, sino que será suficiente con volcarnos a nuestro interior para descubrir los secretos asociados a la existencia y a nuestra verdadera posición en ella. La esencia del ser va más allá de los velos del dogmatismo.

El autodesarrollo personal permite experimentar el ser multisensorial que hay en cada uno. No existen expertos en experiencias personales, cada uno es artífice de su propia vida y a su vez influye en forma de vaso comunicante con los demás para llegar a convertirse en sí mismo, vía hacia la humanización verdadera. Necesitamos despertar el corazón y conectarlo al cerebro explorando su vastedad, que es en donde reside el ser individual y único. Respirar conscientemente desciende el ritmo de estas ondas, surgiendo las ondas alfa, asociativas de los estados de relajación, produciendo el pensamiento integrado.

Lo que continuamente buscamos es a nosotros mismo en el reflejo del mundo que habitamos. No todos llegamos a tener conciencia en la búsqueda de las experiencias espirituales, sólo los buscadores profesionales llegan a tomar conciencia.

 

Nuestra visión del mundo es influenciada por las experiencias vividas, las historias que heredamos de nuestra familia y sin embargo aún podemos elegir como responder ante las situaciones, el tema es cómo hacerlo.